En su territorio fue construida, según se cree, la espléndida antigua ciudad griega de Erbesso (siglo VII aC). El nombre Erbesso parece derivar del griego "Erebos", que significa "oscuridad subterránea", o de "Here-bos", las cuevas de bueyes.
En la época medieval perteneció a los Ventimiglia, los Montaperto, y al comienzo del siglo XVIII, a los La Grua Talamanca.
Las cuevas de la zona son numerosas, incluso dentro del territorio.
La estructura urbana sigue siendo típicamente medieval, aunque en el siglo XIX se han hecho demoliciones para realizar la calle principal, Corso Garibaldi.
Los monumentos que se pueden admirar en el casco antiguo son: la Iglesia central del siglo XVI y el Ayuntamiento, ubicado en el antiguo convento de los Carmelitas.