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El castillo encantado
Il Castello Incantato - 92019 Sciacca

 

 

El Castillo Encantado, situada en la parte occidental de Sciacca. Es un jardín con una infinidad de caras misteriosas talladas en la roca y en los troncos de los olivos sarracenos realizados por la creatividad inusual de Filippo Bentivegna. Un personaje que durante más de 50 años no ha hecho más que cavar y tallar cabezas, la creación de más de tres mil caras, algunas figuras que se parecen a personajes históricos famosos, otros con expresiones y ojos desorbitados, la sonrisa incómoda e indescriptible...
Un individuo de la mente tal vez comprometida pero mostró gran habilidad en la actividad manual dirigida a la creación de sus esculturas que muestran una notable capacidad ideacional y expresiva. Ciertamente muy excéntrica y hasta cierto punto incluso delirante.

Un individuo de la mente tal vez comprometida pero mostró gran habilidad en la actividad manual dirigida a la creación de sus esculturas que muestran una notable capacidad ideacional y expresiva. Ciertamente muy excéntrica y hasta cierto punto incluso delirante.

"Su Excelencia Filippu de los textos" como era conocido por sus compatriotas nació en Sciacca en 1888 y emigrado quince años en los Estados Unidos en busca de fortuna. Llegó a los Estados Unidos a trabajar junto a sus hermanos en la construcción de una línea de ferrocarril y así sedujo a una joven americana,se involucra en una pelea furiosa con un fuerte rival Negro que en medio de la pelea le dió golpe violento en la cabeza. Las consecuencias fatales causadas por el golpe, habían afectado a su salud mental creando alguna alteración del carácter, pero ha contribuido en gran medida al despertar en su inconsciente un instinto creativo que poco después se manifestaría en esta forma de arte estilo naif. Decidió regresar a Sciacca y con el dinero ganado en los Estados Unidos fue capaz de comprar una pequeña parcela de tierra en las afueras de la ciudad, iniciando excavaciones para recuperar la piedra necesaria para la creación de sus caras. El jardín se convierte en su mundo, su vida, su casa. Vive tranquilamente en su granja lejos de cualquier tipo de relación con la sociedad, se autoproclama "El señor de las Cuevas", en el interior de los muchos túneles excavados, y esas raras ocasiones en que se pasea por las calles de Sciacca lo hace con un pequeño palo como un cetro , símbolo de su majestad. Filippo Bentivegna murió en 1967 de edad de 78 años, dejando una galería de esculturas extravagantes únicas y sin duda de no fácil interpretación artística. Hoy en día, además del "jardín con fruta de roca" queda la satisfacción de saber que este personaje bizarro de la historia de Sciacca, en los últimos años ha participado en numerosos artículos en periódicos regionales e incluso la televisión sueca por el interés en sus obras. Actualmente algunas de las esculturas de este artista saccense se exhiben en el Museo de l'Art Brut de Lausanne, el único museo dedicado al arte naif y  formas de "arte inusual, excéntrico, aunque cerca del borde de una creatividad patológica.


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Nombre: El castillo encantado